El ser humano vive respecto a los recuerdos que genera. Una vida llena de recuerdos es una vida plena de anécdotas e historias sobre las que hablar. De igual manera, una ciudad perlada de monumentos denota profundidad histórica. Por ello hoy queremos centrarnos en la capital de Cuba hablando sobre las esculturas de La Habana.
De las muchas maneras de arte existentes, la pintura, escultura y poesía siempre han sido las más populares. Una manera de transmitir la historia de gente que fue, o quizá jamás existió como en las novelas universales.
En Cuba, el patrimonio cultural es respetado y querido. Un patrimonio tan rico y variado como la misma historia de la isla: Una historia vinculada a la revolución política y social marcada por unas circunstancias excepcionales.
La Habana como capital cultural
Cuba es un país rico en historia y expresión artística, sobre todo en este último siglo. Una confluencia de culturas europeas, africanas y norteamericanas que dan forma e identidad a su particular expresión artística.
Con La Habana como gran capital coronando la zona norte y con Santiago de Cuba como otra gran ciudad cultural por el sur, la isla se presenta prolífica en cuanto a iniciciativa creativa.
En este caso nos centraremos en La Habana y en la escultura como una de las más perennes y duraderas formas de arte que circulan por sus innumerables avenidas.
Cada estatua representa a una figura de enorme peso para la cultura cubana. Un personaje único e inspirador que ayudó a Cuba a dar un paso al frente en sus pasos como nación moderna.
Colina Lenin
El primer tributo existente en latinoamérica a la figura de Lenin se encuentra en Regla, dentro de la provincia de La Habana. Su creadora, la artista Thelvia Marín, creó un conjunto Original que corona la antiguamente llamada loma del Fortín, hoy bautizada como Colina Lenin.
Lejos de ser un espacio de acceso sencillo, es necesario desviarse notablemente de los caminos y métodos d etransporte habituales para acceder a él. Sin embargo no deja de ser una interesante parada en nuestra exploración escultórica de la capital cubana.
La estatua de Simón Bolívar
La figura de este militar y político de origen venezolano es ampliamente conocida en toda América Latina. Su papel fundamental en la actual configuración de los paises Sudamericanos le ha supuesto un gran aprecio y veneración en numerosos países.
En Cuba también se le rinde un tributo con esta escultura situada en la plaza de su mismo nombre.
La Giraldilla
Esta pequeña estatua de apenas 110 cm es la escultura de bronce fundido más antigua de Cuba. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su función es la de veleta en lo alto del castillo de la Real Fuerza.
La identidad de la persona homenajeada es la de Isabel de Bobadilla. Creada por Jerónimo Martín Pinzón, su origen se basa en la espera de Isabel a la vuelta de su amado desde las alturas de la fortaleza. El nombre de La Giraldilla sue acuñado en relación a su ciudad natal, Sevilla.
Monumento al General Máximo Gomez
Este imponente conjunto arquitectónico rinde homenaje al General Máximo Gomez. De origen dominicano y figura clave dentro de la historia cubana y conflictos bélicos como la guerra de los 10 años o la Guerra Necesaria.
Situado frente al malecón, esta obra del escultor italiano Aldo Gamba no estuvo exenta de polémica, ya que surgió a través de un concurso que levantó suspicacias. Sea como sea, el conjunto piramidal de mármol blanco y bronce supone el encabezamiento de la avenida del malecón de La Habana. Supone un tributo a la figura de este dedicado militar implicado en las guerras libertadoras y cuya labor tuvo crucial importancia en la historia contemporanea cubana.
Estatua a José Martí
La figura de José Martí es, dentro de las esculturas de La Habana, una de las más célebras y míticas de la capital cubana. Este escritor y político cubano, considerado como heroe en este país, es célebre por ser el fundador del Partido Revolucionario Cubano. Su importancia en la historia de Cuba y su comunidad se deja notar a través de las variadas esculturas erigidas en su honor a lo largo y ancho del país y alrededores. No obstante, nos quedaremos con la situada en el parque de su mismo nombre, en la provincia de Cienfuegos.
Este monumento nacional construido en mármol de carrara se une al resto de obras que embellecen el parque: El arco de los Obreros, los dos leones situados en una de las entradas del parque, las fuentes y los bustos a numerosas celebridades. Este conjunto es considerado por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Esto es solo un pequeño ejemplo de la riqueza y profundidad que envuelve a La Habana como capital y como epicentro de la cultura de un país. Podréis encontrar muchas más obras casi a cada paso, y con ellas, retazos de una historia que ha moldeadoel caracter de toda una nación.