No hay nada como comer pastelitos y croquetas en casa de la abuela y mojar tu tostada en el café con leche.
La comida cubana, igual que la cultura cubana, es una mezcla accidental de comida nativa Taína, Europea (en su mayoría española con un pequeño toque de francesa y portuguesa), africana y caribeña, y con un pequeño toque de China.
Tanto si te gusta la ropa vieja o prefieres la vaca frita, no importa. La cocina cubana clásica te hace salivar antes, y chuparte los dedos después.
Debido al clima de Cuba, las frutas tropicales y los tubérculos son muy populares en la cocina. Y también muchos platos incorporan mariscos por su gran presencia en la isla. Cuba ha recibido a lo largo de la historia inmigrantes de todas partes del mundo, sin embargo, una de las introducciones más interesantes e impactantes fue la de los esclavos africanos, quienes inventaron uno de los más amados platos clásicos de la cocina cubana: Los tostones.
Reinventaron el plátano y la banana, aplastándolo de vez en cuando y cocinándolo.
Los nativos de la isla cultivaron maíz y mandioca, así como una gran variedad de otras frutas y vegetales, y se lo descubrieron a los colonizadores españoles, que habían traído ganado de España.
Aunque parezca increíble, la influencia de China en la gastronomía fue significativa, ya que fueron los primeros en traer arroz. De hecho, no fue hasta finales de 1800 que el arroz empezó a cultivarse por los indios y los chinos, ya que nadie más sabía cómo.
El arroz se ha convertido en uno de los alimentos principales no solo de la cocina y la cultura cubana, sino de la cocina de toda América Latina. En realidad, se ha considerado un alimento “exótico” durante mucho tiempo, ya que no era nativo ni de Cuba ni de España.
Por otra parte, los frijoles eran nativos de la isla, y el arroz se ha casado con los frijoles en un feliz matrimonio desde que se conocieron. Cuando se mezclan este cereal con las legumbres tenemos los moros (o los moros y cristianos) por el contraste de color y haciendo referencia a al periodo de la oposición de los españoles a la conquista islámica de España en el siglo VIII y que duró hasta la Reconquista en el siglo XV. Esta historia de conquistas también forma parte de la cultura cubana y se refleja en la comida.
Los inmigrantes chinos tuvieron otro impacto en la comida y en la cultura cubana: La caja china.
Esto viene de los cubanos que vieron a los trabajadores chinos contratados en Chinatown, cocinar sus comidas en cajas de madera improvisadas con fuegos también poco ortodoxos que calentaban la parte de arriba de las cajas. Esta creación fue toda una revelación y dejaba el cerdo tradicional suave y tierno, lo que condujo a convertir la caja china en un elemento básico de las festividades cubanas.
Otro alimento básico en la cultura cubana y tal vez, más que un alimento una adicción, es el café. Los cortaditos pueden resultar fuertes para cualquiera que no esté acostumbrado. Esta potente inyección de café no solo es necesaria para los ojos somnolientos y las pausas de la tarde en Cuba, sino también en Miami, donde las ventanitas o pequeños escaparates de comensales cubanos reparten pequeños vasos llenos de humeantes tragos de electricidad.
Y por supuesto, cada cafecito queda perfecto con su pastelito correspondiente, como el famoso de guayaba indiscutible en la cultura cubana culinaria. Sus orígenes realmente se desconocen, pero una versión es que lo trajo un libanés en Cuba que quiso replicar el bak-lava con lo que le venía a mano. No puedo encontrar los ingredientes mediterráneos, por lo que modificó e incluyó la guayaba, queso y coco. Otra teoría dice que fueron los esclavos que trabajaban en las plantaciones de azúcar españolas y cubanas quienes lo inventaron, y también se propone que es nativo de los hogares cubanos que lo servían como postre o aperitivo.
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